Si en la anterior entrada recordamos la música de algunos dibujos animados de los ochenta y noventa, en esta ocasión les propongo un viaje más bizarro, pero no en nuestro sentido castellano, sino según el significado anglosajón de bizarre . Vamos a viajar al lado más hortera de los ochenta, cuando la industria del entretenimiento mainstream mostraba su cara más frívola, en plena era de Reagan. No pretendo dejar aquí ninguna selección, pues ese intento sería infructuoso o bien conllevaría una lista demasiado extensa. Nos bastará tan solo una mínima muestra de música creada para el cine y la televisión que podemos relacionar por su cultura pop y común imaginario, ya sea del pasado o desde la revisión del presente. ¿A qué me refiero? A esa conjunción de post-disco, techno-pop, rock y música electrónica que asociamos a la primera mitad de aquella década, con sus correspondientes guitarras eléctricas, sintetizadores y baterías electrónicas, por no hablar de aquel tono épico que r...
Esto va de música, más o menos