jueves, 30 de noviembre de 2023
Semana otoñal (4)
miércoles, 29 de noviembre de 2023
Semana otoñal (3)
Como sabe todo fan de Tool, no han faltado las ocasiones en las que Robert Fripp ha dado muestras de apoyo y amistad a este grupo. Cuando el guitarrista Adam Jones confesó lo mucho que le debe a King Crimson, Fripp no tuvo reparos en afirmar aquello de ''hay más de Tool en King Crimson que de King Crimson en Tool''. Sea esto o no una exageración, un mensaje equívoco o un simple espaldarazo en la espalda, lo cierto es que Tool, aun con su ingrediente metalero, fueron la banda de rock progresivo de mayor alcance en los noventa.
Les dejo una de mis preferidas de su tercer álbum. En 'Reflection' nos las vemos con la temática del ego y del narcisismo, pero la letra importa menos que la música, así que espero que disfruten con la inmersión.
Tool (2001) Reflection. Lateralus. Volcano Entertainment.
martes, 28 de noviembre de 2023
Semana otoñal (2)
lunes, 27 de noviembre de 2023
Semana otoñal (1)
left me barren like a desert
(dejándome estéril como un desierto)
but a sunshine girl like you
(pero una niña soleada como tú...)
It's worth going through?
(¿merece la pena pasar por esto?)
I will never be embarrassed about love again...'
(nunca más me avergonzaré de amar)
The Jam (1980) Monday. Sound affects. Polydor.
domingo, 19 de noviembre de 2023
Guitarras en el desierto
¿De qué iba aquello? Por resumir, podríamos hablar de una nueva mezcla de heavy y blues-rock. El sonido base de Kyuss era muy pesado y aún más grave, preferencia que acentuaba Homme al enchufar su guitarra únicamente a amplificadores de bajo. Pero estos hijos tardíos de Black Sabbath no conectaban con ninguna de las corrientes principales de heavy metal de su tiempo, y sí con el viejo hard rock setentero. La clave de Kyuss, y lo que define sus mejores trabajos, fue la creación de atmósferas cargadas, jugando con toda clase de ritmos. El resto de bandas que surgieron alrededor del rock del desierto (otro nombre para el stoner) se definieron en la medida en que se parecían a esa común unidad de medida que fue Kyuss. El imaginario común era la patria chica de aquella pandilla de instituto: Palm Desert, California, con su aridez y sus inmensas planicies naturales; ese lugar que, en palabras de Homme, 'te hace sentir pequeño, porque no eres importante en el desierto'; con su cercanía a la frontera mexicana, su peyote y la reminiscencia de las orgías de rock ácido de los sesenta.
Desde que Kyuss publicó su primer álbum hasta la separación pasaron solo cuatro años. La historia fue la de siempre; el éxito arrastró los problemas y consiguió resquebrajar a aquel grupo de amigos del instituto: primero se largó Bjork, enemistado con García, y luego fue Homme quien decidió volar por su cuenta. Para entonces, comenzaban a ser más famosos en Europa que en un Estados Unidos todavía dominado por la escena de Seattle, y todavía hoy tienen, en nuestros lares, una base de seguidores más fiel que en su propia tierra. Lo curioso es que, aún hoy, los miembros de la banda siguen renegando de la etiqueta stoner. Al igual que Deep Purple siempre renegaron de ser incluidos en el heavy metal, los de Kyuss, decían, eran rockeros y punto; y que los críticos inventen los nombres que quieran.
Cuando Kyuss implosionó, Queens of the Stone Age surgió de entre las cenizas, liderada por quien había sido uno de los principales fundadores de Kyuss, el guitarrista, compositor y ahora también cantante Josh Homme. El éxito llegó entre finales del pasado siglo y sobre todo principios del nuestro, en aquella época un tanto decadente en la que, tristemente, en la escena rockera se hicieron populares aquellas bandas de Nu Metal (o chándal metal, como las llamábamos) y comenzaba a ser una demanda a gritos la mirada nostálgica a otras épocas; la época en la que el rock aún pertenecía a la familia del blues, entre otras cosas. Eso explicó el tremendo éxito de los Strokes y de los White Stripes, como fenómeno nostálgico, a partir del cual comenzó ese revival que se ha alargado hasta nuestros tiempos.
Como no tenía pensado elaborar una entrada larga en esta ocasión, esta vez os ahorraré el resto de la historia y el comentario separado de álbumes. Basta decir que Queens tomó el relevo de Kyuss y se basó en su estilo para evolucionar hacia otros terrenos, superando su horizonte y alcanzando nuevas cotas de éxito. Su inicial heavy rock pretendió rescatar cierto espíritu de la psicodelia y enfatizar el carácter melódico. Josh Homme nunca quiso congelarse en las mismas fórmulas, y por ello ha sabido adaptarlas a nuevos retos, arrimándose a otros géneros del rock, así como al pop y e incluso al glam británico.
Pude disfrutarles en directo hace ya muchos años, en una sala pequeña, y aquel sigue siendo uno de los mejores conciertos que recuerdo: la incondicional entrega de Josh Homme, la potencia a las baquetas de Joey Castillo... Mi próxima cita con los Queens es en junio, pero estamos en vilo. Recientemente, Homme ha comunicado que le han diagnosticado cáncer, a lo que hay que sumar un sinfín de problemas personales. Desde aquí le deseamos la mejor suerte y terminamos con unas divertidas palabras que dejó en su día para definir a su banda. Nadie le dijo a Homme que eso de diferenciar a niños y niñas estaría mal visto pocos años después.
Termino ya; para no saturarles, les he dejado unas pocas canciones de distintas épocas, que espero disfruten, y si no, ya saben, usen los comentarios como hoja de reclamaciones y despáchense a gusto; siéntense como en su casa. Nos vemos en el desierto.
'¿Por qué nos llamamos Queens of the Stone Age? Porque los Reyes sonaría demasiado macho. Los Reyes de la Edad de Piedra usan armaduras, tienen hachas y luchan. Las reinas de la Edad de Piedra salen con los reyes, cuando estos luchan. El rock debería ser lo suficientemente pesado para los niños y lo suficientemente dulce para las niñas; de esa manera, todos estarán felices y será más bien una fiesta. Kings of the Stone Age sería demasiado desequilibrado'.
lunes, 13 de noviembre de 2023
De cantautores y cantarines
Seguimos a vueltas con el asunto de las letras en la música... ¡Qué pesado! - me dirán. ¿Acaso no quedó todo dicho en la anterior entrada? Pues sí, dijimos lo poco que del tema pueda decirse. Tengan en cuenta, sin embargo, que no sobran disquisiciones si nos sirven para justificar una entrada, y más si el objetivo es compartir algunas canciones. Dicho esto, hagamos una pequeña parada en el género de los cantautores. Para empezar, ¿lo que llamamos canción de cantautor es un género musical en sí mismo? ¿Qué opinan ustedes?
Por la pregunta, ya imaginarán lo que yo opino del tema, pero nos entendemos si les digo que esta entrada va dedicada a rememorar algunas de mis canciones preferidas de cantautores y cantantes varios en lengua española, aunque colaré también a alguna artista relacionada que no puede clasificarse bajo este término. En esta ocasión, las canciones son sumamente conocidas; tan conocidas, que puede que se les atragante alguna de haberla oído tantas veces; si así fuese, no se corten en decirlo, aunque no tengamos libro de reclamaciones. Ya verán que lo que sigue no pretende ser ninguna lista de imprescindibles, sino tan solo otra pequeña selección personal de dudoso hilo conductor. Por eso notarán aquí ausencias notables: añádanlas ustedes, si lo quieren, y dejen en los comentarios alguna canción de su gusto.